Las dobles puertas o antesalas del invernadero son un factor muy importante en su cada vez más vanguardista estructura: evitan la entrada de insectos y virus y facilitan la de vehículos. La puerta interior de esta antesala puede abrir tanto para dentro como para fuera, con lo que se facilita la labor de las personas que trabajan en él. Las exteriores deben ser contrapesadas: son más herméticas que las de corredera, no tienen problemas en el suelo de raíles pero sí un sistema mediante el cual se puede acceder al invernadero a través de una puerta de servicio a personas o bien mediante su apertura total para el acceso a camiones.
Para el montaje de estas puertas se necesitan cuatro pilares, sus perfiles y piezas de tornillería correspondientes, además del plástico -o bien la chapa o placa de polipropileno para aislar que se elija- para revestirlas. Cada puerta suele ir dotada de un cerrojo y siempre habrá una cerrada para proporcionar total hermetismo y protección a los cultivos. El resultado final tras su montaje, que suele ser sencillo y no pasar de las dos horas de duración, es una cámara o antesala e incluso ambas opciones son posibles si se emplea una tercera puerta para la entrada o salida del recinto.
Desde Sistemas Hortícolas Almería, como empresa vanguardista que ofrece materiales de última generación para el invernadero, recomendamos la utilización de estas antesalas especialmente durante el cultivo. Lo ideal es que sean galvanizadas con cerramientos totalmente térmicos.
Deben ser, por lo tanto, sistemas herméticos, para disminuir la incidencia de plagas y enfermedades, así como de las virosis, además de para mejorar el control climático, ya que controlamos mejor los diferentes factores medioambientales dentro del invernadero: temperatura, humedad, dióxido de carbono…
Así, considerando que todos los invernaderos deben contar con una antesala y una doble puerta para tener acceso a su interior, los operarios de recolección suelen poner contenedores con lo recolectado en la antesala hasta terminar la cosecha diaria utilizando solamente la puerta del interior del invernadero. Una vez acabada la cosecha del día para los invernaderos, se programa la recolección y traslado utilizando el tractor y remolque, recogiendo los contenedores de cada antesala de cada invernadero, sin tener que entrar al área de cultivo, es decir, sin sobrepasar de la segunda puerta y limitándose a acceder solo a la antesala para recoger la producción cosechada.