Los pimientos egipcios contenían restos de los pesticidas Clorpirifos, Propiconazol y Clorfenapir, tres sustancias cuyo Límite Máximo de Residuos (LMR) está establecido en el límite de detección analítica, 0’01 miligramos por kilo, lo que en la práctica significa que no se puede aplicar en pimiento.
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