El riego por exudación o riego exudante es uno de los sistemas que podemos emplear en nuestro huerto o invernadero para hacer llegar a las plantas el agua y los nutrientes que necesitan para crecer y desarrollarse.
Se trata de un método sencillo con una instalación bastante simple que, además, cuenta con la ventaja de poderse automatizar para ahorrar agua, tiempo y recursos. Aunque es menos conocido que otras opciones similares como el riego por goteo o la microaspersión, el riego por exudación es una alternativa de lo más interesante.
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En esta ocasión, te explicamos todo lo que necesitas sobre el riego por exudación. Te contamos qué es y cómo funciona, sus ventajas y cómo instalar un sistema de riego por exudación en tu invernadero. ¡Sigue leyendo para quedarte con todas las claves!
¿Qué es el riego por exudación y cómo funciona?
El riego por exudación o riego exudante es un sistema que utiliza una manguera porosa (generalmente de poliéster) para generar un caudal continuo de agua alrededor de toda su circunferencia.
Este sistema recibe su nombre porque la manguera exuda agua a través de sus poros, humedeciendo toda la superficie.
El riego por exudación funciona gracias a la presión entre el interior de la manguera y el suelo y la fuerza de la capilaridad. Son unos factores que vienen determinados por la composición, textura y estructura del suelo y por el contenido del agua de riego.
En los suelos secos el agua sale en una mayor cantidad por la fuerza de la capilaridad y la menor presión que ejerce el suelo. Mientras, en los suelos húmedos, la fuerza de capilaridad y la diferencia de presiones es menor y esto hará que la manguera emane menos agua.
Dicho de otra forma, lo interesante de este sistema es que se autorregula manteniendo una humedad óptima.
Ventajas del riego por exudación
El riego por exudación es uno de los sistemas de riego más eficientes que puedes utilizar en tu invernadero. Te contamos cuáles son sus principales ventajas:
- Eficiencia: La cantidad del agua se regula en función de las necesidades del suelo. Por lo tanto, el desperdicio de agua es prácticamente imposible.
- Adecuado para pendientes: Al estar controlado por la fuerza de capilaridad y las diferencias de presión se logra compensar en gran medida el efecto de la gravedad. Puede utilizarse en pendientes de hasta el 3%.
- Permite aplicar agua a las raíces: Es posible enterrar la manguera para que el agua llegue directamente a dónde la planta más lo necesita, en las raíces.
- Evita que se produzcan encharcamientos: Al autorregularse, el sistema solo exuda agua si el terreno lo necesita.
- Buena durabilidad: Es resistente y duradero, especialmente si va enterrado ya que se evita que los rayos del sol degraden el material de la manguera.
- Gran adaptabilidad: Las mangueras que utiliza este sistema de riego se pueden cortar y adaptar a cualquier espacio.
- No requiere grandes presiones de agua: Puede funcionar a partir de los 0,2 bares. Un bidón de agua ligeramente elevado puede ser suficiente para regar sin complicaciones.
- Instalación sencilla: Como veremos a continuación, cualquiera puede instalar este sistema en su invernadero.
¿Cómo instalar un sistema de riego por exudación en un invernadero?
Como señalamos en el punto anterior, instalar un sistema de riego por exudación en un invernadero no podría ser más sencillo.
Lo primero que tienes que saber es que el esquema de instalación parte de unas mangueras emisoras que se conectan a una tubería principal. El agua sale del cabezal de riego o de la toma de agua y circula a baja presión por la tubería principal hasta llegar a las mangueras de exudación en las que pierde presión y velocidad liberándose según las necesidades del suelo.
Por lo tanto, para instalar un sistema de riesgo de exudación necesitas una toma de agua de la que saldrá la manguera o tubería de distribución principal.
A partir de esta deberás ir haciendo agujeros en paralelo para instalar collarines a los que podrás conectar las mangueras exudantes. Las tuberías o mangueras de riego por exudación vienen normalmente en rollos de varios metros por lo que será necesario ir cortándolas a la medida que necesites. Para evitar que el agua se salga por el extremo deberás colocar un tapón con una abrazadera al final de la línea.
Las mangueras pueden colocarse en la superficie o enterrarse ligeramente para crear una mayor simbiosis con el suelo.
Para optimizar este sistema puedes colocar llaves simples en la conexión con cada manguera para regar cada línea de forma independiente. De esta forma, podrás aprovechar aún más el agua evitando regar las plantas que necesiten menos agua.